domingo, 15 de junio de 2008

Un mundo para los verdes

No me gusta el color rojo
-dice un entusiasta de la ecología
sentado en su fiat 126
junto al semáforo rojo de la Avenida de Jerusalén-
es el color de la prohibición:
para no te muevas

cuando veas una mancha roja en la acera
pasa de largo
si pisas la sangre
tus zapatos serán una prueba: serás cómplice

qué distinto es el color verde
el color de la permisión
el color de los prados
de los espacios abiertos:
respira
adelante
vuela

nuestro futuro será verde
sólo los que están verdes
no piensan en el miedo
sobre sus cabezas verdes se ponen caperuzas rojas
y ya no temen a los lobos


Ryszard Kapuściński
Poesía completa

2 comentarios:

Mario Fizzio dijo...

pues... yo soy muy rojo por dentro, porque tengo el corazón muy muy rojo... y porque unos labios muy muy muy rojos llaman, en silencio... pero llaman...

campanilla dijo...

unos ojos verdes muy muy verdes, te observan...