Volveré a rellenar las horas,
con la intensidad de una mirada
con la melodía de una extraña voz,
que me atraviesa por dentro,
que duerme en mí cada noche.
Y con la ilusión de amar lo descubierto,
apagaré los miedos que no cuadran
…
Volveré a caminar con la certeza de que
no me arrepentiré de estos pasos,
y me perderé en tus pliegues
y me sorprenderé de juntar mi mano con la tuya
mi cuerpo con el tuyo
y descubrir que quizás es verdad lo que pienso
y no te digo,
y que si me miras…
si me rozas…
Tendré la certeza de que
no hay palabras para definir esto.
con la intensidad de una mirada
con la melodía de una extraña voz,
que me atraviesa por dentro,
que duerme en mí cada noche.
Y con la ilusión de amar lo descubierto,
apagaré los miedos que no cuadran
…
Volveré a caminar con la certeza de que
no me arrepentiré de estos pasos,
y me perderé en tus pliegues
y me sorprenderé de juntar mi mano con la tuya
mi cuerpo con el tuyo
y descubrir que quizás es verdad lo que pienso
y no te digo,
y que si me miras…
si me rozas…
Tendré la certeza de que
no hay palabras para definir esto.
2 comentarios:
Hola:
"... una extraña voz,
... que duerme en mí cada noche".
"... y descubrir que quizás es verdad lo que pienso
y no te digo", (Noche II :)
El final me recuerda a José Hierro:
"Tenía que ser sin palabras que me entendieras".
Gracias por escribirme.
Me encanta... de verdad.
Definitivamente tienes mucha 'imaginación'...:)
precioso poema.
Un saludo.
S.
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