viernes, 25 de julio de 2008

Who am I?

Aquel dia trago lagrimas delante de un cristal, sentada frente a la taza de cafe humeante, recien servida. Jamas comprendio tan bien el error. La contradiccion de esta forma de vida.
Y en una servilleta empezo a hablar...

Si estuvieras conmigo verias el desgaste en una piel joven, la pobreza que alberga una tierra tan rica. Caras que se cruzan y parece que duelen de no reir, ya mas. El ceño fruncido creando pliegues nuevos, que nunca debieron existir. La voz huele a alcohol. Y en la espalda transportan el peso de los años, cada dia mas encorvada. Varias miradas lejanas, vacias de lagrimas. Ausencia por todas partes.
Pensarias entonces que (quizas) olvidaron su propio nombre, pensarias hace cuanto tiempo dejo de pronunciarse. Pensarias cuando fue la primera vez que dejaron de ser.
Nadie es la indiferencia que golpea en el pecho.
Nadie es el hambre de abrazos.
La pobreza esta en todos los rincones,
esta en el olvido, en los silencios.
La pobreza es tener el cuerpo vacio.
El no saber a donde ir... ni a donde volver.
Sabes?
Hoy la ruina sabe a cafe.

5 comentarios:

arcoiris dijo...

De repente una mañana se despertó sin saber quién era ella, de dónde salía lo que pensaba, de dónde venía lo que sentía... Y es que hay días en los que la soledad raya lo absoluto.
Días en los que... sientes que el telón se va a levantar. Son esas veces en las que sientes haber destrozado el envoltorio del regalo demasiado rápido, días en que dudas de que estuviera pensado para estar hecho jirones.
Y es que cuando el cuento tiene tantas páginas... empieza a pesar en el bolso de la vida. Puedes abrir un agujero en el fondo para ir soltando lastre, pero te arriesgas a que se escape lo que quieres conservar. Porque resulta que si no dejas de vigilar el fondo de la bolsa no ves lo demás

Juan Duque Oliva dijo...

No tener donde ir ni saber a donde ir, eso si que es pobreza.

Las servilletas se llevan grandes momentos como el que nos traes.

Besos

Stunt21 dijo...

Al menos aquel día, pese a tener un cristal entre medias, tuvieron a alguien cerca, muy cerca.
Seguro que ese día eran un poco más felices sin saber ni importarles realmente por qué.



Un día por Madriz paseaba yo algo desolado, recuerdo. Siempre que pasaba por ahí, casi a diario, me encontraba con el mismo tipo, con la misma expresión, vendiendo pañuelos, cabizbajo, con ropa destartalada pero con intención de haber sido cuidada...Se le veía buena persona.
Pasé al lado de él, y decidí darle el cambio que me habían devuelto en el bus de mi pueblo, no era gran cosa. Lo acompañé de 2 palmadas sentidas en el hombro...Y el hombre me devolvió 2 palabras que cambiaron el curso del día, e incluso de los siguientes.

"Muchas gracias"

Pero dicho de corazón, y acompañado por la sonrisa más grande que la tristeza de su alma le dejaba mostrarme. Me di cuenta de cuánto llevaba sin escuchar esas palabras por un motivo fuera de costumbres sociales o mero protocolo...Muchísimo tiempo. Así que no pude evitar darme la vuelta y dar un abrazo al desconocido al que tantas veces había visto.


No sé el motivo, pero tras años de estar ahí, esa fue la última vez que le vi. Estuve sin pasar por ahí una semana tras aquél día, y cuando volví, él ya no estaba.

Seguro que le va bien.

thomyorke dijo...

bonito comentario
un beso

Einash dijo...

Hay una canción de After Forever con ese titulo..
http://www.goear.com/listen.php?v=f708374
(si te gusta el power metal te gustara, si no, lo dudo XD)