Me viene a la cabeza esa música que apareció, por primera vez en mi vida, una lejana noche… ya no recuerdo la época, tan sólo mi nariz asomando por la ventana, el viento estirando mi pelo hacia detrás, y la luz golpeando mis párpados…
y la humedad de las calles y distancia entre

boca

y

boca.

frío, entre abrazo y abrazo.


Toco el hueco cada vez que respiro, pero el pecho aún sigue
perfecto para funcionar,
un minuto más,
un día más.
No me importa, en realidad, esta noche he decidido ensuciar el papel.
Lo veo blanco, enfermo, solo,
incompleto
pidiendo caricias...
(El recuerdo se acerca pero no atraviesa)
No más.
Basta.
Sólo pido lo sencillo. Si te tuviera delante, te diría:
no quiero que me entiendas, solo
abrázame,
respétame y
quiéreme.

No me preguntes por qué no duermo ya.
Y por qué conozco todos los minutos hasta que amanece.
Esta noche es para mí.