miércoles, 31 de diciembre de 2008

Kike, el fetichista de bragas III

Con los años su obsesión fue transformándose.
En poco tiempo Enrique ya conocía todas las tiendas de lencería de su barrio–que a su pesar poco abundaban- en las que entraba a diario, ocultándose bajo unas gafas negras y un viejo abrigo que conseguía camuflar la verdadera identidad de quien lo vistiera. Así pues se familiarizó con todos aquellos rincones destinados a manos femeninas. Enrique había visto tanta ropa que hubiera sido capaz de acertar el tipo de tela, talla y color de ropa interior que vestían las mujeres que con él se cruzaban. Las observaba e imaginaba. Sin embargo, aquella rutina comenzó a resultarle monótona. Su mundo se hacía pequeño y Enrique llegó a la conclusión de que sus necesidades no quedaban del todo satisfechas cuando observaba la lencería en el cuerpo de plástico de un maniquí; pensó, con un convencimiento asombroso, que si conseguía ver aquellas prendas en un cuerpo verdadero de carne y hueso, que pudiera hablar, sentir y expresar, su placer se intensificaría infinitamente más. De esta forma, despegó la nariz del cristal y se prometió que no volvería a ese lugar hasta descubrir los efectos que dichos objetos surtieran en el cuerpo de una mujer real.
Mientras caminaba hacia casa meditó sobre sus nuevos propósitos, con la cabeza gacha intentó concentrarse en el método que a partir de ese momento emplearía. De pronto recordó que su padre guardaba una vieja cámara de fotos en un cajón del desván, y se regocijó en el pensamiento de inmortalizar en un papel todo aquello que le provocaba un placer que ni siquiera él sabía explicar.
Enrique se propuso, como primer reto, capturar con su cámara todas aquellas imágenes que le parecieran bellas, consiguieran no dejarle indiferente o despertaran en su interior algún sentimiento, aunque fuera durante un instante.
Corrió hacia casa, se encerró en su habitación, y decidió no abandonarla hasta que tuviera perfectamente diseñado el plan que ocuparía sus días hasta que le acechara otra necesidad más importante.

martes, 23 de diciembre de 2008

Kike, el fetichista de bragas II

Enrique dedicaba gran parte del día a estudiar una carrera que poco le entusiasmaba; la necesidad de empezar a construir su propia vida y abandonar lo que él sarcásticamente denominaba hogar era demasiado urgente.
Caminaba por los pasillos de la facultad solo, solo se sentaba en clase, en la cafetería, atrapado en alguna composición de Sergei Rachmaninov, con el tic incesante de sus yemas golpeando su pierna, o la mesa, imaginando las teclas de un piano inexistente. Lullaby de The Cure, era su canción preferida para observar a mujeres; Money de Pink Floyd, sonaba en el coche a un volumen considerable durante el trayecto de vuelta a casa; el erotismo de Led Zeppelin envolvía sus tímpanos en la intimidad provocando sensaciones más que placenteras.
Cuando llegaba el momento de relacionarse con los demás Enrique no dejaba de cuidar las formas; su trato (a veces con un toque irónico del que únicamente él se percataba) era cordial, amable y respetuoso, a pesar de no sentir el más mínimo atisbo de cariño por otras personas. Enrique no despreciaba a los demás, simplemente le resultaban indiferentes. Sin embargo, los objetos eran otra cosa. Algunos objetos conseguían despertar en él sentimientos que ningún humano le había provocado jamás. Cuando contaba con 8 años, - la última vez que su padre le agarró de la mano, recordaba él-, Enrique se dio cuenta del poder que ciertos objetos ejercían sobre él.
Y ocurrió delante de un escaparate de lencería de mujer.

lunes, 22 de diciembre de 2008

Kike, el fetichista de bragas

Enrique tiene 23 años, nació en una pequeña localidad de Burgos.
Desde muy joven supo que el matrimonio de sus padres estaba roto, aunque ellos tomaran muchas precauciones en fingir delante de él lo contrario. Él había visto a su madre relacionarse con otros hombres en varias ocasiones, y su padre trabajaba demasiadas horas para ser consciente de algo. Debido a la falta de comprensión, amor y cariño que recibía por parte de sus padres comenzó a desarrollar un sentido de independencia a una edad muy temprana. Dicho sentido le liberaba de todo tipo de pasiones que pudieran perjudicarle –pensaba él - , pues todo cuanto había a su alrededor le había fallado. Enrique buscaba en su interior un lugar más seguro, aunque en el fondo le atormentara sentirse tan solo. A raíz de esa extraña soledad Enrique vio ante él la posibilidad de enriquecerse con el mundo de las artes. De este modo comenzó a experimentar con sus capacidades en música, pintura, escritura, llegando a componer fragmentos realmente bellos, pero que por su condición introvertida se obligaría a esconder y jamás mostrar. Enrique también amaba la lectura (Freud estaba entre sus favoritos), su estantería estaba plagada de tomos de libros polvorientos con las tapas raídas, que alguien había calificado una vez de “infumables”, pero que en cambio él consideraba verdaderas obras de arte.
Enrique se había convertido en una persona extremadamente meticulosa en el orden. Su ropa se amontonaba por colores, incluso texturas. Sus discos de música por orden alfabético, estilos y cronologías. Le gustaba almacenar objetos en distintas cajas, que variaban de color y tamaño según el objeto que contuviera. Nadie era consciente de tales manías, pues Enrique entraba en su habitación y salía de ella sin levantar sospechas de lo que estaba tramando en su interior. En realidad, tampoco nadie se preguntaba por ello.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Time

Fue en ese lugar, en ese instante y bajo aquella débil luz, donde decidió pararse en seco y romper a llorar. En realidad no era tristeza lo que sentía, ni siquiera nostalgia.
No.
Era más profundo que todo aquello. Era lo más profundo de ella.
Había caminado toda la acera evitando miradas. Concentrándose, únicamente, en la punta de sus viejos zapatos, y de vez en cuando, en las manos que se cruzaban con las suyas sin rozarlas. Sólo pasaban cerca.
Caminaba, también, con la extraña certeza de haber perdido algo.
¿Cuánto tiempo había pasado desde aquel día…?
Le costaba recordarlo. A juzgar por sus canas, sus labios arrugados y su memoria desgastada, debían haber pasado muchos años. Quizás más de los que ella hubiera querido…
Y ahí se encontraba, otra vez, quizás por última vez.

viernes, 14 de noviembre de 2008

Sigur Ros


Discover Sigur Rós!


Se sentó despacio a mi lado, en esa fría habitación de paredes grises, llena de cajas y cables repartidos por el suelo sin ningún tipo de lógica, de tal forma que aquel espacio parecía estar a punto de ser abandonado o bien a punto de crearse. El chico de cabello negro, de mirada intensa y manos cálidas, tras meditar un segundo quebró el silencio y comenzó a hablar:

Era otro ritmo. Todo iba más despacio.
Y el silencio. El silencio era muy importante.
¿Cómo cantar un idioma inventado? De las canciones de este grupo cada persona saca su propia letra, su propio sentido.
La altura media de la gente del concierto era superior a la normal. Y nadie bailaba.
Más que un baile era un suave balanceo hacia alante y atrás. La música de este grupo afecta al centro de gravedad de tu cuerpo...

(Luisal - Atocha, 13 de Noviembre de 2008)


viernes, 7 de noviembre de 2008

The other side of the Atlantic

Recurro al papel, desesperada. Los pensamientos van más rapido que mis manos.
Ayer vi mi reflejo, en un cristal,
y me sentí fuera de escena.
Escuchaba una melodía que me apartaba del mundo,
triste
mientras mi mente se dispersaba
entre luces y sombras
de una calle de Madrid,
sentí que desaparecía...
quise estar al otro lado y mis pies no se movían,
apreté los puños
los dientes
esperando doblar las rodillas para avanzar y no caer.
Nada.
Mi mente parece la única parte lúcida...
Cierro los ojos...
por un instante creo estar al otro lado
del altlántico.

sábado, 25 de octubre de 2008


En realidad, ya no importaba quien fuera ella o quien se sintiera, porque su vida era un constante cambio, un desequilibrio en movimiento buscando el centro. Lo notaba cada vez que abría el frasco de colonia abandonado en el armario, y el olor a pasado le impregnaba el olfato, o cuando encontraba, por casualidad, restos de recuerdos al fondo del cajón. Ella había cambiado y era inevitable. Al mismo tiempo se sentía entera. Entera y a veces, sin saber qué decir o qué pensar…

martes, 14 de octubre de 2008


Rodeados de océano
A merced de la marea
Con las manos hundidas en
barro,
O tierra..
No hay llanto ni pena
no existe la nostalgia
(aún)
Tu contorno en la marea
enreda
mis pies.

jueves, 9 de octubre de 2008

Mingo, el Pescador



Mingo mira, nos mira, con esos ojos verdes enormes, que cambian de color - a veces porque está triste, dice él - mientras con sus manos mueve el aire, ahí sus pliegues, sus uñas gastadas y el olor a salitre de tantos años en el mar.

Mingo en la isla, la isla en Mingo.

Con el Bermejo en la mesa pasan las horas. Nos habla de tiempos extraños, ajenos a nosotros y a la vez parte de nosotros en cada rincón que señala con el dedo. Fue difícil despedirse de aquel lugar. Porque Mingo también era un lugar. Cada vez que contaba una de sus muchas historias, de pronto hacía una pausa, se detenía, agachaba la cabeza y bajaba el tono, hablando casi en susurros. Y sin darnos cuenta, estabamos agrupados alrededor de él. Caminamos por calles de arena escuchando sus palabras y sus silencios. Simplemente escuchando e imaginando. Entonces vimos la otra parte de la isla, la que atraviesa superficies.
La verdadera realidad.

(Campanilla - Hikori)


Y esta noche el Jameo, la cueva de al lado de El Ermitaño (El Flaco Juan, le llaman)
Esta noche entre telas y palmera beberemos Bermejo y Arehucas
dormiremos con shishidos de marea
la media luna color canela despertará
nuestro subconsciente
navegará hasta Alegranza y hasta el Atlántico y sin tierra ni verde
aquí sólo hay conejos, palés, montes de venus y cromas cercanos al centro del
PLANETA

(Tristana - Aquela)


Se despertó sin saber quién era ella, de dónde venía lo que sentía, de dónde llegaba lo que pensaba. Y hay veces en que la soledad raya lo absoluto, veces en las que sientes que el telón se va a derrumbar...
La marea se lleva mis dudas
Y volver volveremos,
volveremos a volver.

(Sara - Arcoiris / Mamá Oca)


Todo es tan luminoso que no sé si hace sol o no.
No sé si hace frío o calor.
Los días se desdibujan,
Las noches son noches de verdad.
No hay luz.

"A partir de aquí me fui a África, (...) cuando volví de África me decían: ¡estás loco! y yo les contestaba: No te voy a contar nada... (...) Cuando me fui a Hamburgo fue el día que se derrumbó el muro. Yo estuve allí, el día de la unificación alemana, y yo no sabía nada, hablaba cuatro palabras en guiri y francés, no alemán, dormía debajo de un puente..."

Lo que le dice el viento.

Cuando Mingo habla, explica mucho más su cuerpo que sus palabras. Sus fuertes gestos, la mirada despierta y atenta debajo de su gorra y su risa sincera transmiten una calma tan profunda que es difícil de explicar. No tiene muchas palabras. Las conoce pero no las usa, porque no le resulta necesario. Sus frases son cortas y lentas. No tiene prisa en decir lo que piensa. Es pequeño y robusto, y el color de sus ojos es de un gris indefinido, que, como su isla, cambia con la marea, con las olas y con el viento.

- Mañana va a hacer bueno - dice, mirando más alla del horizonte.
- ¿Por qué, Mingo?
- Porque el viento... ¡fúuuuu! - sin apartar la mirada extiende los brazos y hace energéticos gestos en dirección al viento.

¡Fuá! ¡fuuú! ¡buá! ¡chss! ¡chuip! ¡shuum!

Sus frases están llenas de este vocabulario que no ha aprendido en ningún libro o en las revistas o en la televisión. No se lo ha enseñado su padre o su maestro. Son palabras que le han enseñado el mar, la arena, la sal y el viento. Mingo habla con la brisa y la tormenta con las olas y las piedras.
- Mañana va a hacer bueno
- ¿Por qué, Mingo?
Se gira.
Sonríe.
- Me lo ha dicho el viento.

(Luisal - Gran Castor)

Y viene Mingo o... Mufasa, y es imposible no quererle, no desear abrazarle y decir:
- Mingo, lo que tu digas.
En esta isla donde el tiempo no importa descansamos de la historia del mundo.
No me quiero marchar, porque no veo el momento de volver y cuando marchemos dejaremos algo de nuestro aquí y lo que nos llevamos no tiene precio
porque no se puede pagar lo que no tiene precio.

(Nerea - Keeo)






martes, 30 de septiembre de 2008

Alba llevaba tiempo sin saber de su padre. En realidad, nunca había llegado a conocerle. Todo lo que contaba sobre él lo había elaborado previamente en su cabeza. Ahí existían los castillos de arena en la playa, los paseos por el parque, los cuentos nocturnos, la manta que le arropaba mientras dormía, las enormes manos que le acariciaban. Todas aquellas historias de alguna manera llenaban ese vacío en su pecho. Alba no sufría, simplemente amaba enredarse en cuentos ficticios, moldearlos a su antojo e imaginarse lugares que le hacían feliz. Sin embargo, sabía que el nudo entre su ombligo y la espalda era real. Los golpes en el pecho le acechaban cada vez que veía un hombre detrás de un periódico, con el cabello rizado y moreno como el suyo, unos ojos verdes que pudieran resultarle familiares. Una tarde de otoño, algo cambió el curso normal de la historia cuando, al verle entrar en la cafetería, decidió sentarse al lado de aquel hombre de abrigo gris…

jueves, 18 de septiembre de 2008

Un cigarro se consume en el cenicero. El tiempo pasa en una habitación llena de humo. Tras el cristal, la imagen borrosa de alguien que entrecruza los pies. La mirada perdida en el espejo de la pared. El suave tic-tac del silencio. Respira otra vez. Esta vez más fuerte. Por un instante todo es extraño. Algo no fluye, algo no basta. En su cabeza los pensamientos se tambalean. Luz artificial en un rincón. La vida se encoge en esas cuatro paredes.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Isla


Aquel paisaje era alucinante...el restaurante estaba arriba en la montaña, en una de estas islas en las que tienes que parar y paras. Bajas del barco y al poner un pie en tierra todo continúa en movimiento. Eres parte del mar. Y desde ahí arriba lo observas, respirándole, sabiendo que está en tus pies, en tus manos, en tu cabeza. Intentamos sacar varias tomas. Había problemas con el vaivén de los barcos, la foto saldría desenfocada, movida. Necesitábamos mas tiempo de exposición para permitir que aquella luna gigante atravesara el objetivo, impregnara la imagen de luz. Este es el resultado.

viernes, 12 de septiembre de 2008

sábado, 6 de septiembre de 2008

Estaba pensando... que nunca seré tan joven como ahora, en este instante...


Discover Jethro Tull!

domingo, 31 de agosto de 2008

Otoño

Nunca te sentí tan lejos como aquella tarde de otoño. Sentado en aquel banco las hojas muertas y rotas bailaban alrededor de tu viejo abrigo negro, el que arropaba tus huesos, tu corazón y tu piel. Tu frío, impasible ante mí, ante el temor de mi mirada de verte caer. Aquella tarde ni siquiera el viento te hizo pestañear. El viento agitaba la bufanda roja que te regalé, deshilachada por los años, enredándola en tu cuello, tejiendo figuras extrañas entre tu boca y la mía.
Ahí estaban tus labios perfectos, tus dientes esperando morder, tu boca insegura y temblorosa buscando el instante para decir
todo aquello que jamas quisiste decir.
En silencio jugueteabas con la arena en tus dedos, en la tierra dibujabas formas sin sentido ni color. Y contando tus pecas esquivé tu mirada. Tú te ocultaste detrás esa bufanda rota, casi mojada, con la tormenta en el pecho, conteniendo el mar que avanzaba lentamente por tu garganta. Quizás acerqué mi mano. Ya no recuerdo si llegué a tocarte.
Recuerdo mis oídos herméticos negando la existencia de tus palabras. Recuerdo esconder mis lágrimas en tu pelo. El viento de aquella tarde bailó en mis labios, mojándolos de sal. Recuerdo mis yemas librándose del calor, creando llagas por el rechazo de tus pecas, recuerdo mi mitad tras ver tu espalda alejándose,
aquella tarde de otoño convertirme en polvo, y en la última racha de viento, desaparecer.

viernes, 29 de agosto de 2008

Sea


Relax...


miércoles, 27 de agosto de 2008

No Sleep

Unbalanced Night
(The Cambie´s fault)


martes, 26 de agosto de 2008

Empieza a desnudarse de miedos,
a despojarse de la rabia acumulada
de otros tiempos
del cansancio de la tristeza
y siente menos peso
Y olvida las huellas en la ventana
los cristales en el pecho
los fuertes soplos en soledad
y libera palabras libres
en el aire …
Su mente se moja en besos
detrás de las cortinas, el olor de un vino añejo
en su piel caricias
y susurros en dos idiomas
Se pregunta entonces si es capaz de mezclarse
con ese cuerpo,
de congelar el instante
para que no amanezca y el presente no se llame recuerdo...
para que el presente sean enredos, nudos de cuerpos, silencios
Y espera que la noche los descubra desnudos
enteros
No sabe si es capaz de mirarle y fingir
que el tiempo esta vez no aleja
que podría en cualquier parte recuperar sus pupilas,

y en la distancia

el vientre bajo el ombligo perfecto
el temblor de los párpados

la profundidad de sus huellas.

Hurt

jueves, 14 de agosto de 2008

Cero

Este espacio surge de pronto por la necesitad de expresar. Intento ordenar los pensamientos que se atrpellan constantemente dentro de mi cabeza. En cierta manera esta es una despedida, aunque no se como ni cuando tendra lugar... Estoy notando el cambio. Estoy empezando a asimilar ciertas cosas y percibo contradicciones. En mis sueños no materializados. En todo aquello que pienso pero despues dejo, abandono, y me acomodo en los dias. Espero otro dia mas. Y nada cambia.
Esta tambien es una necesidad de agradecer. En todos los sentidos soy quien soy gracias a vosotros.
Gracias a vosotros tengo la suerte de poder viajar, conocer, explorar y explotar otros terrenos, tengo educacion, tengo un techo y sobretodo tengo el mayor de los apoyos.
Pero hay algo que no basta. No puedo seguir con una vida que existe no por mis propios meritos. No puedo alabar la independencia en un techo que me sostiene. Supongo que viajar sola te enseña muchas cosas. Entre otras a desarrollar un sentido de la independecia que de otro modo no tendrias. He descubierto que es lo que quiero hacer con mi vida. Cada vez lo tengo mas claro. Quiero conocer sacrificios y estrellarme. Quiero aprender yo sola. Quiero equivocarme y asumir errores. Quiero crecer y tejer mi sustento. Quiero elaborar mi techo, construir segundos con mis propios medios.
Ahora solo falta hacerlo una realidad.
¿Por donde empiezo?

martes, 12 de agosto de 2008

Last Feeling



















Los minutos se escondieron alli.... mientras la noche se cerraba por fuera
tras el cristal...
Y por dentro el mundo entraba,
atravesando capas, una detrás de otra...
desvistiendo recodos
llenando espacios
olvidando olvidar.
Sin poder evitar la coincidencia exacta
del lugar y del momento
y despues
los dias de nostalgia que atrapan conciencias
montando recuerdos
que solo en esas calles hablan,
y solo ahi...

ella...

Y quiza lo demas,
es vacio.

Stanley Park














Stanley Park = Nature, Freedom, Fresh air

(y las ramas crujiendo bajo los zapatos
and branches creaking under the shoes)

Vida.
Life.


Alli solo puedes mirar hacia arriba...
look up, up and away...



There´s a big
a big hard sun

beating on the big people

in the big Hard World

martes, 5 de agosto de 2008

Free time

Canadian Friends...



Flat mate, friend and ex-flatmate
Two spanish and one swiss
Who is who?


Weird stuff walking to Kits Beach
Siempre termino parandome a su lado. Cada centimetro es un mundo...
Nunca deja de sorprenderme.


France, Mexico, Switzerland, Mexico


Party Time : Spanish and Mexican hug



Main St. / Kingsway

The Foundation Bar
Frases llenan la pared de letras.
Las velas iluminan cada mesa.

Outside Foundation Bar




Lost Bike


"Shit, where did I put my bike?"

Whistler





Pense en ti al ver aquello...
Ojala hubieras podido estar a mi lado entonces.
Te hubiera sentido estremecer.
Bueno, nunca es tarde.


The Blue Truck

Heading to Whistler in a blue truck...




Nice Monday...
huh?



The Cambie


Esta es la puerta del Cambie, donde pasamos la mayoria de las tardes. Dentro hay un billar, una maquina de musica donde nos dejamos los ahorros poniendo rock and roll, y mesas enormes de madera en las que eres libre de sentarte donde quieras. Por lo general nos sentamos al lado de desconocidos de todas partes del mundo, aunque al final de la noche dejan de serlo.
Buenos momentos en el Cambie...

domingo, 3 de agosto de 2008

Al mismo tiempo lluvia y luz
congelado y tibio,
se acuesta su corazon entre sabanas.
Respira amaneceres
y por las noches
esconde pensamientos en el techo,
sin poder separar quien
fue un dia
y quien se siente
ahora.
La musica sigue
atropellando gargantas
mudas, que tiemblan.
Guitarras que soplan los timpanos
cualquier noche,
en cualquier esquina.
Ciertas cosas nunca cambiaran...
afortunadamente,
desgraciadamente.

viernes, 25 de julio de 2008

Who am I?

Aquel dia trago lagrimas delante de un cristal, sentada frente a la taza de cafe humeante, recien servida. Jamas comprendio tan bien el error. La contradiccion de esta forma de vida.
Y en una servilleta empezo a hablar...

Si estuvieras conmigo verias el desgaste en una piel joven, la pobreza que alberga una tierra tan rica. Caras que se cruzan y parece que duelen de no reir, ya mas. El ceño fruncido creando pliegues nuevos, que nunca debieron existir. La voz huele a alcohol. Y en la espalda transportan el peso de los años, cada dia mas encorvada. Varias miradas lejanas, vacias de lagrimas. Ausencia por todas partes.
Pensarias entonces que (quizas) olvidaron su propio nombre, pensarias hace cuanto tiempo dejo de pronunciarse. Pensarias cuando fue la primera vez que dejaron de ser.
Nadie es la indiferencia que golpea en el pecho.
Nadie es el hambre de abrazos.
La pobreza esta en todos los rincones,
esta en el olvido, en los silencios.
La pobreza es tener el cuerpo vacio.
El no saber a donde ir... ni a donde volver.
Sabes?
Hoy la ruina sabe a cafe.

21

21 años.
Demasiado aqui dentro.
Recuerdos sueltos desperdigados en mi mente, desubicados.
Martes tematicos.
Cafes en Berlin y mosquitos, billares y cervezas en Copenhaguen.
Viajar y conocer.
Gente entrando y saliendo de mi. Aunque... No...
Gente saliendo y entrando en mi.
Quedandose conmigo.

Recomponer los huesos.
Recorrer la calle huertas lloviendo a cantaros.
Mi hermano creciendo, cada vez mas alto.
La luz colandose por una rendija debajo de la puerta, ronquidos a traves de ella.
Unos ojos que sonrien detras de las gafas antes de dormir.
Prisas siempre detras del autobus 44.
Palabras que solo nosotros entendemos,
secretos confesados en cualquier calle.
Noches enteras en arguelles, charlas con lambrusco bajo un techo inclinado.
Mudanzas de cajas y mas cajas.
Escapadas.
Lavapies. Chueca. Tribunal.
El cambio.
Y quizas un poco mas cerca,
la madurez.

...........

.......

....

(Gracias)

jueves, 24 de julio de 2008


Y si se acerca el final...
dime, que has aprendido?

Puedes entender la teoria, lo dificil es ponerlo en practica.
Cerca de ti muchas manos se extienden. Eres libre de escoger a cual te agarras.
Reir es el idioma universal.
Es injusto generalizar.
Quiero creer que no habra nada malo detras.
(A veces simplemente no es asi)
Todos los abrazos son diferentes.
Escuchar no es lo mismo que hacerlo y mirar a los ojos.
La soledad a veces es necesaria.
Sentir que eres fuerte, olvidar complejos, valorarte.
Cuidar todo aquello que es importante en tu vida.
Todas las personas merecen un respeto.
Aunque nos separen muchas barreras culturales, idiomaticas, ideologicas.
Esas barreras no impiden que todo el mundo conozca la pobreza, la injusticia, el desgaste ecologico, entre otras catastrofes mundiales.
(Casi) todo el mundo quiere cambiarlo y no sabe como hacerlo.
La comunicacion es importante, basica para llegar a algun sitio.
Las primeras impresiones muchas veces enganan.

Me he dado cuenta de que
ya no soy una hoja en blanco.
para lo bueno y para lo malo.
y el final aun queda lejos...

martes, 22 de julio de 2008

Different point of view

Sunset


Sentada en la arena canadiense algo me hace detenerme y esperar...


Un dia perfecto se cuela a traves de la ventana.
Agarro mi mochila, llena de “por si acasos”, cierro la puerta de casa mientras me digo que hoy el tiempo no existe y que mis pasos son libres.
En el autobus 9 Alma me siento al lado del cristal, me relajo, enciendo mi musica y me invento historias sobre las personas que caminan por la calle. En Broadway St. un chico monta en la bici apoyando solo la rueda trasera. Y cuando pasa al lado de la gente sus cabezas se giran. Cuando me bajo del autobus se cruza conmigo,
y por un momento me recuerda a alguien, y desearia que fuera ese alguien...
La calle que conduce a la playa es estrecha, con coches aparcados en ambos lados, parece un barrio tranquilo, sin ruido. Y las copas de los arboles dominan el cielo, todo se viste de verde y azul. A lo lejos, el mar, la ciudad y las montanas desiertas, que algun invierno se pintaron de blanco, Un contraste brutal.
Cualquier esquina te obliga a parar y a admirar el entorno. (I mean it)
Me acerco a la playa, olvido mis zapatillas y avanzo en la arena, sin buscar el lugar perfecto en el que descansar.
Me dejo llevar.
Por fin apoyo la espalda en un tronco, dejo el tiempo pasar, mientras el sol se acerca a la tierra y el frio comienza a acariciar.
La ciudad de la montana se convierte en luces, puntos incontables de pequenas luces.
A lo lejos reconozco una guitarra y algo brillante que parece ser una hoguera.
Y delante de mi, dos figuras a contraluz.
Resaltando sus cuerpos sentados,
inmoviles, tranquilos.
Desde aqui oigo sus risas.
No se miran, se cogen de la mano.
Y sus palabras, cerca del pelo, oliendo a mar.
Ya no se cuanto tiempo llevo mirandoles.



miércoles, 16 de julio de 2008

Into the Wild

Two years he walks the earth
No phone, no pool, no pets
no cigarettes
ultimate freedom
an extremist
an aesthetic voyager
whose home is the road
so now,
after two rambling years,
comes the final and
greatest adventure
the climatic battle to kill
the false being within
and victoriously conclude
the spiritual revolution
no longer to be poisoned
by civilization, he flees,
and walks alone upon the land to become
lost in the wild


Alexander Supertramp
May 1992

The crow


Hay alguien que lo observa todo.

Lineas que tienden al infinito
Unidas por los mismos soportes
Desde la tierra hasta el cielo
Paralelas, la una al lado de la otra
Companeras.
Nunca confluyen en un punto,
Pero en todo el recorrido
no se pierden de vista

North Vancouver


Getting closer to the Lynn Canyon...


Stop.

Breathe, again.

(Deeper)


Finally there...

(the waterfall sound around you)