viernes, 7 de noviembre de 2008

The other side of the Atlantic

Recurro al papel, desesperada. Los pensamientos van más rapido que mis manos.
Ayer vi mi reflejo, en un cristal,
y me sentí fuera de escena.
Escuchaba una melodía que me apartaba del mundo,
triste
mientras mi mente se dispersaba
entre luces y sombras
de una calle de Madrid,
sentí que desaparecía...
quise estar al otro lado y mis pies no se movían,
apreté los puños
los dientes
esperando doblar las rodillas para avanzar y no caer.
Nada.
Mi mente parece la única parte lúcida...
Cierro los ojos...
por un instante creo estar al otro lado
del altlántico.

3 comentarios:

dijo...

y si los cerrás y te concentrás... aquí estarás...
besos

Brotestertor dijo...

Continúe, continúe, que a Nueva Caledonia llegará.

Saludos desde una más que tremenda desubicación.

Gus dijo...

Cambias de continente, con la misma facilidad con la que yo cambio de calcetines.