sábado, 13 de junio de 2009

A Man with a Movie Camera II




(...) El Mago de Montreuil fue al encuentro de Antoine Lumiére con la pretensión de adquirir uno de aquellos prodigiosos aparatos, avanzando una oferta de 10.000 francos. Pero ni Meliès, ni el director del Museo Grèvin, que ofreció 20.000, ni el del Folies Bergère, que llegó a los 50.000, consiguieron su propósito. (...) Antoine Lumière, concretó así su respuesta, que se ha hecho célebre: "Amigo mío, deme usted las gracias. El aparato no está en venta, afortunadamente para usted, pues le llevaría a la ruina. Podrá ser explotado durante algún tiempo como curiosidad científica, pero fuera de esto, no tiene ningún porvenir comercial"

Román Gubern,
Historia del Cine
pág. 35

Y así de simple.
Una foto detrás de otra.
Y hasta ahora, desde hace
más de un centenar de años.

(Cortesía de Dziga Vertov -1929- y Cinematic Orchestra).

2 comentarios:

Carlos dijo...

Jeje,

los genios incomprendidos y la ignorancia y falta de perspectiva.

La anécdota de la primera película sonora, "El cantor de Jazz", es una muestra de los mismo.

Y con semejante invento se han creado obras de arte imperecederas y auténticos bodrios que merecen ser llevados a la hoguera.

;)

Gabriel Bevilaqua dijo...

La anécdota que citas, ya la conocía, es célebre; pero vale y mucho recordarla. Tu espacio es muy interesante. Gracias por tu visita al mío y por el comentario.

Saludos.