sábado, 5 de junio de 2010

Breve

Es el llanto menos merecido del mundo.
Y lo sé.

La apuesta era una y sencilla:
creer
tan sólo una vez
creer
que el cuerpo que te abrazaba

era
inmensamente
real.

Es el llanto menos merecido del mundo.
Y lo sabes.

2 comentarios:

Gata dijo...

Precioso.
Gracias
Beso.

Beyondparadox dijo...

Los llantos inmerecidos son los posos heridos de cafes apurados que no debimos de compartir.
Tan breve y tan lindo.