viernes, 2 de octubre de 2009

¡Guau!

I
Mi vecina y su perro, o mejor dicho, el perro y mi vecina, -me siento incapaz de averiguar cuál de los dos tiene más de humano y más de canino- llaman a la puerta de mi casa y, ésta o esto, se topa de frente con unos ojos azules que han contemplado el mundo más de cincuenta años.
Tras un breve shock por el inesperado encuentro, y sin importarle lo más mínimo las canas de quien le escucha, ni el cansancio propio de la hora en que llama, irrumpe en la estancia y estalla en ladridos y el perro, que le mira con cara de vergüenza, agacha las orejas bajo sus pies e imagina el feliz mundo de perrilandia, donde las correas en el cuello y los gritos y azotes despiadados de una energúmena en bata están prohibidos, donde nadie es dueño de nadie, donde escapar de aquella prisión-pocilga que se proclama casa es más un deber que un derecho.

II
Alguna vez la he vuelto a ver. No es que quiera, es que vivimos en frente. Nos separa un pasillo finito y cada vez que nuestras puertas se abren en el mismo preciso instante – por si veinticuatro horas contuvieran pocos instantes – me mira con desgana, arrastra a su perro hacia el ascensor y muerde palabras entre los dientes hasta que la propia naturaleza del ascensor le hunde cuatro pisos más abajo.

III
Desde entonces soy sorda, ciega y muda.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

De la gente mala hay que pasar como de comer mierda.
Tienes buena redacción ;)

maria dijo...

Menuda joyita de vecina. Que masculle lo que quiera y pobresito del perro que tiene qe aguantarla...

ACCIONISTA MINORITARIO dijo...

Nosotros proponemos organizar una discreta pero inevitable operación secreta para liberar al pobre can-rehén: después de haber desactivado momentáneamente todas las bombillas del rellano de vuestra escalera y pertrechados con distintas máscaras, sábanas capirotes y velas, asaltamos a tu uraña vecina cuando salga con el susodicho perro-víctima, y mientras unos le distraen con danzas y conjuros irreverentes contra la "gente-mala-cara-pata-de-palo-correa-en-mano" (especie muy extendida en ámbitos urbanos) uno de nosotros libera al pobre can cortando la correa con unas tijeras "corta-injusticias" mientras lanza a la vez un jugoso bistec escaleras abajo para que, por la puerta previamente abierta del portal, se escape por fin y para siempre nuestro amigo "cuatro patas-sufriente" de su inmerecida dueña in-humana... casualmente, ladradora-vecina tuya!!

¿Qué te parece? Ejecutamos nuestro sencillisimo plan cuando quieras, estamos atu campanilleante disposición.

Vaaleeee, puede que no salga exactamente cómo esperamos pero, o la matamos del susto o de la risa!!!

Es una propuesta contra al apatía solamente...

(Ladridos amistosos)

Pez Susurro dijo...

la próxima vez, tocaremos más alto

bailará hasta la locura...

o dijo...

jodo beibi!es verdad!tú lo tenías escrito...pues no lo hice a propósito.quizá lo leí y un buen día me volvió a venir a la cabeza...de todos modos sorry beibi.mua