La habitación está llena.
La mano de tu padre te acerca y entonces
tu mirada cae al otro lado del cristal, sobre su frente,
y hay algo de paz en la sensación, que no te explicas
observas su expresión tranquila y te vuelves hacia tu padre,
que te está agarrando y entonces eres consciente
del calor que desprende su mano y piensas,
que eres tú quien está al otro lado,
eres tú quien está del lado de los sonidos
del movimiento
de la luz
de ahora.
Y piensas
en un árbol apagándose
con raíces de un siglo de distancia.
Entonces el silencio vuelve a habitar en ti
y bajo tus párpados, el corazón derramándose
por tercera vez.
Escena 76547654
Hace 3 años