Es el llanto menos merecido del mundo.
Y lo sé.
La apuesta era una y sencilla:
creer
tan sólo una vez
creer
que el cuerpo que te abrazaba
era
inmensamente
real.
Es el llanto menos merecido del mundo.
Y lo sabes.
Ocells
Hace 1 año
El Café Cinema existe, en una calle perdida de Berlín. En ese lugar las páginas dejaron de ser blancas. Y algo cambió.
2 comentarios:
Precioso.
Gracias
Beso.
Los llantos inmerecidos son los posos heridos de cafes apurados que no debimos de compartir.
Tan breve y tan lindo.
Publicar un comentario