lunes, 26 de abril de 2010

I

A veces pienso en todas las veces que me quedé callada,
-como cuando te miraba a los ojos
o cuando
vi a mi padre despedirse por última vez
de ella-


Cuando pensaba que
el mundo entero
se apagaría sin ti.


II

Otras veces el instante me obliga desde dentro
a no mirar
y desearía que mis huesos estuvieran en otra parte
lejos,
que un árbol gigante me nublara la memoria.

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