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La noche se estira en mis párpados
hay respuesta en las cenizas
que acaban de nacer.
Afuera,
una ventana se enciende.
Alguien grita un nombre.
Vuelvo a mí
y me siento pequeña
en un par de pies sin equilibrio.
Imagino en una calada
las vidas que no viví
Soy, una fórmula inexacta.
Soy, un barco.
Una pintura olvidada
resquebrajada
desde hace millones de años.
Se cae el telón
soy
el gesto que espera.
Enciendo otro cigarro.
La noche se estira entre mis dedos.
no hay nostalgia
para justificar
el acantilado de la puerta
el silencio de los pájaros
éste cuerpo de agua.
Ahí está la certeza
Que necesitas
No hay nostalgia
Que inventar
.
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