En un papel pequeñísimo empecé a contar
aceras,
zapatos rotos
manos atadas a bolsillos
bocas intoxicadas de cerveza,
lenguas dormidas de silencios.
Conté todas las miradas
que ya no me atraviesan.
El problema es que ésta ciudad
tiene demasiados rincones
sin su sombra tumbada,
dijo un gato muerto.
Podría, describirte
los lugares donde no estamos ahora,
o la forma exacta
en que me escuecen las manos
cuando buscan
nada
bajo las sábanas.
Podría contarte
todas las verdades
que me golpearon
de camino a casa
pero las olvidé.
Ocells
Hace 1 año
4 comentarios:
¿sabes qué?
hoy abrí el cajón,
(el primero por la derecha)
y salieron tantas palabras,
que fui incapaz de armarlas.
Y no creas que no lo intenté,
pero nunca seré tan buena como tú.
Magnífico texto.
Tan bueno como los anteriores.
Múltiples lecturas y sensaciones transmite.
Enhorabuena again.
bocas intoxicadas de cerveza,
lenguas dormidas de silencios.
Me encanta!
Me he entretenido mirando el mosaico de artistas..
Glen Hansard!! qué grande es...!!
Jo, que bueno.
Bien por ti.
Y por tu poema.
Besos.
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