domingo, 28 de junio de 2009

Lástima de nosotros,
que amamos como no debimos
y dolió como debía.
Sabes a veces
llueve en mis uñas
y cuando me pica dentro,
me araño y me pregunto
si te has marchado ya
o si estás
inmóvil todavía
clavándote en mis pupilas,
llenas de lugares
huérfanos de tí.

Next destination:

miércoles, 24 de junio de 2009

Lágrimas Negras

Porque los tiempos no se hagan viejos
brindemos
con el Lambrusco de los martes,
con el Rioja que sacas a escondidas
y nadie más echará de menos en el armario.

Y hablemos de poesía
una pieza de mundo
en tus palabras en tus ojos
tan real como tú misma.

Hablemos de lo que no se ve
pero se siente y se toca,
mira
qué bonita está la plaza
hay niños
juegan y dan vueltas

hacía tiempo que no me sentía
tan en la Tierra, como ahora.

Hablemos de las pequeñas cosas
que nos hacen
reír
y llorar a veces
y nadie más conoce.

Brindemos porque
la música
te nombra en cualquier calle:
Calamaro, Sabina,
y porque las letras
también hablan de ti:
Galeano, Cortázar.

Brindemos por lo que nos queda,
porque bailas,
caminas y bailas
y el mundo deja de girar
para verte hacerlo.


martes, 16 de junio de 2009



Éste tío era un genio.
Decía, que no quería saber de evil,
que sólo quería saber de love,
que a veces es difícil escuchar,
usar los ojos,

que todo alrededor del oro brilla,
haciéndole sentir pequeño.

Decía que
no quería saber de evil,
que sólo quería saber de love,

mientras esperaba que los aviones cayeran
que los pueblos se destruyeran
que las ciudades se desmoronaran,
que el mar volviera a crecer.

Decía, que a veces es difícil escuchar,
usar los ojos,
porque todo alrededor del oro brilla, tanto
que nos mantiene hipnotizados.

lunes, 15 de junio de 2009

Tengo ochenta y cinco años de instantes.
Me gustaría decir que los he vivido todos.
Pero no es así.
En total, sumaré unos veinte años.
Creo que tú estás en todos.
Y me parecen pocos, ahora.
Cómo duele, que tarde, sea ahora.

Si mañana sigo aquí, te diré algo más.
Quizás te mienta y tú,
pienses en la verdad
que yo no supe contarte.
Pero sólo quizás.

Te pido una última cosa.
Si me das un beso antes de irte
que sea uno de verdad,
que sume instantes,
que me siento vieja
con veinte años.

sábado, 13 de junio de 2009

A Man with a Movie Camera II




(...) El Mago de Montreuil fue al encuentro de Antoine Lumiére con la pretensión de adquirir uno de aquellos prodigiosos aparatos, avanzando una oferta de 10.000 francos. Pero ni Meliès, ni el director del Museo Grèvin, que ofreció 20.000, ni el del Folies Bergère, que llegó a los 50.000, consiguieron su propósito. (...) Antoine Lumière, concretó así su respuesta, que se ha hecho célebre: "Amigo mío, deme usted las gracias. El aparato no está en venta, afortunadamente para usted, pues le llevaría a la ruina. Podrá ser explotado durante algún tiempo como curiosidad científica, pero fuera de esto, no tiene ningún porvenir comercial"

Román Gubern,
Historia del Cine
pág. 35

Y así de simple.
Una foto detrás de otra.
Y hasta ahora, desde hace
más de un centenar de años.

(Cortesía de Dziga Vertov -1929- y Cinematic Orchestra).

Felicítate



Felicítate, porque has sobrevivido a las últimas veinticuatro horas.
Has llegado a casa, cansado y hasta los cojones del jefe, de tu suegra/o, del calor que hace en el metro, de los atascos, de las prisas, de que tu pareja se haya olvidado por enésima vez de tu cumpleaños, de que la gente cada día sea menos solidaria, de que ya ni tiempo tienes de saber qué es un sofá y el silencio, ni recuerdas la última vez que estuviste al cien por cien con tus hijos, que están cada vez más ausentes y empiezan a preguntarse por el mundo, pero tú no tienes ni puta idea porque nunca estás en casa.
El mundo, es una mierda del tamaño del mundo, ya lo dijo Lázaro.
Pero tú, ella y él, habéis sobrevivido. Y éso es lo importante. Porque sino, ya me dirás qué sentido tiene el día a día, sin él, sin ella, sin nosotros.
Siempre serás libre de echar a correr, de cantar una canción en un vagón muerto de tristeza, podrás romper el silencio de la rutina, con alguna pregunta que nadie espere: Hola, ¿qué tal el día?, podrás hacerlo porque, en realidad, eres capaz de cualquier cosa.
Pero no conviene echar a correr, ni mirar arriba o a los lados, ni preguntarle ni preguntarte.
Qué mas da. De todas formas tampoco hay tiempo para ello. Hay... otras cosas.
Mentiras. Falsa solidaridad. Demagogia en la televisión. Manipulación. Sobreinformación. Desinformación. Contrainformación. Caos.
Caos dentro de tu cabeza, siempre dentro, porque lo quieras o no, eres demasiado correcto para expresarlo.

Pero es que hoy, me ha dado por pensar, a mí.
Y resulta que hay algo que me preocupa...
y es que no nos miremos...

Somos, como autómatas: sal del metro, dirígete correctamente hacia la puerta, sin correr pero tampoco despacio, velocidad normal, la socialmente aceptada. Compra el pan y pon tu correcta sonrisa mientras te dan el cambio. Luego, vuelve a casa del trabajo, descálzate, túmbate en la cama, aflójate el cuello de la camisa.
Piensa cómo has pasado correctamente tus últimas veinticuatro horas.
Felicítate.

Bueno, no todo es tan negativo. Aún podemos disfrutar de un buen concierto de blues en la calle Arenal, de un truco de magia de la calle Preciados, o de, qué sé yo, lo que quiera que te demuestre que, al menos, todavía circula algo por debajo de la piel.

jueves, 11 de junio de 2009

Paper Tiger

En un papel pequeñísimo empecé a contar

aceras,
zapatos rotos
manos atadas a bolsillos
bocas intoxicadas de cerveza,
lenguas dormidas de silencios.

Conté todas las miradas
que ya no me atraviesan.

El problema es que ésta ciudad
tiene demasiados rincones
sin su sombra tumbada,
dijo un gato muerto.

Podría, describirte
los lugares donde no estamos ahora,
o la forma exacta
en que me escuecen las manos
cuando buscan
nada
bajo las sábanas.

Podría contarte
todas las verdades
que me golpearon
de camino a casa

pero las olvidé.

martes, 9 de junio de 2009

El directo



Ayer en la Joy de Madrid.
Igual que ahora, solo que él con camisa verde.
Fue intenso. Sonaron genial.
El cantante lamentó que no todo el mundo pudiera entrar, asíque dijo que saldrían más tarde a tocar una canción en la calle para toda la gente que estaba esperando.
¿Se puede tener más clase? Lo dudo.

PD: Gracias, Coke.



Hablando de clase. Hablemos de estilo y sensualidad.
El peligro de rozar la música de cerca se conoce en éste bar: siéntate en cualquier parte y déjate seducir.



Una de las veces que vi a Juan Bourbon, Juan Scotch y Juan Beer, noté que una persona destacaba entre el público, yo no la conocía, pero nunca más me olvidé de ella. Juan Beer llamó a aquella persona para que se acercara al escenario y cantara con ellos una canción. Increíble. Os la presento:



Lo que digo, que no se olvida.
Por cierto... ¿a qué día estábamos hoy?

domingo, 7 de junio de 2009

Wake up



El pez.
Se quedó
dormido...
Luego se hizo de día,
pero no se inmutó
simplemente,
dormía...

Me pregunto qué tiene ése pez,
que es capaz de todo

hasta de dormirse sobre el lomo de un león hambriento.


I

Marina, pálida y cansada, pensativa.
Lleva cinco días sin tiempo para estar con Mario,
su hijo,
y cinco días son como cinco vidas.

Mario lleva cinco noches preguntándose
¿qué es aquello blanco y redondito
que brilla en mitad del cielo
a pocos metros de la ventana?

Un día Marina estaba a punto de entar en casa
cuando una pequeña hoja de papel,
tan pequeña como la luna de la terraza,
comenzó a bailar entre sus pies.

"Sólo los ciegos me miran"
lloraba el papel.

(...)

viernes, 5 de junio de 2009

Me mira y dice “hola” y sonríe.
Es lo más bonito que he escuchado en los últimos
treinta y cinco días y veintisiete minutos,
y se aleja por el pasillo
sin siquiera sospecharlo.

Rain



Está sentada en la parada del autobús.
Yo llego tarde, como siempre.
Y ella siempre espera.
Cualquier día me mandará a la mierda, seguro.
Levanta la cabeza y me mira.
No sé qué estará pensando. Nada bueno.
Me sonríe, como si no pasara nada.
Sería buena actriz.
Prometo decírselo un día de estos.
Cuando me atreva a invitarle a salir.
Un día de estos.
Entra en el coche, está empapada y preciosa.
Llueve, hace frío y he llegado tarde...
me siento la peor persona del mundo,
pero sonríe y se me olvida.
Entonces lo suelta:

- El otro día me acordé de tí
- Anda, ¿y éso?
- Pues nada, por la canción que me dijiste. Que me encanta.

La canción.
Quiero escucharla con ella.
Desde que nací.

- Me alegro mucho. Oye, siento llegar tarde...
- Siempre estás con lo mismo. No importa. Me tienes mal acostumbrada.

No puedo decirle la verdad.
Seguro que se ríe de mí
si le digo que no sabía qué ponerme,
que estaba nervioso por verla,
que tuve que hablarme un rato en el espejo.
Por eso siempre llego tarde.
Pienso en mil excusas.
No se me ocurre nada convincente.

- Bueno, entonces, te gustó la canción...

Estoy histérico y digo tonterías.

- Si.. estuve escuchándola toda la noche... Encendí un par de velas. Incienso, y esas cosas que me gustan a mí. Me puse cómoda. Fue increíble. Y a él también le encantó.
Oye, ¿estás bien? Te has puesto blanco.

Joder.
Esto me pasa
por llegar tarde siempre.

Para Lázaro.

jueves, 4 de junio de 2009

C.A.T




Muere la luz roja
de los cursos acelerados de fotografía,
se aleja y cierra la puerta:

en la oscuridad
nunca encontré el negativo
ni las tijeras
lo ponía del revés
siempre

en la oscuridad,
los ojos duelen
de tanto abrirse.

Me siento más perdida que nunca,
jamás sabría encontrarle
en un silencio de color negro.

Su olor le delata
es lo único,
justo enfrente de mi.

Mis dedos son
como raíces que se clavan
en la tierra de su espalda,
y lentamente
nacemos bajo las huellas:
cuello
párpado izquierdo
nariz
una y otra vez
los labios.

Es increíble
dibujarle despacio,
la sensación de flotar
mientras la oscuridad inmensa
nos devora.


No sé.
Será que no existen palabras
para lo que existe debajo.

Será que no sabe
cuántas noches me castigan,
arañando recuerdos en el pecho,
que ya no duermo,
que ya no soy,
que nunca aprendí a revelar
y encontré hoy
entre las cosas de mis cajones
el último carrete,
y entonces

no encontré palabras aquí dentro.

No sé.

Mejor le dejo esto
para que lo escuche,
por si vuelve,
por si sigo aquí.

Entonces
diré la verdad:

que no encaja
un final
impuntual
como éste
que no lo merezco

lunes, 1 de junio de 2009


Suerte.

Intentemos no recurrir al dobladillo de la falda, a los bolis bic con letras-mini enroscadas en la tinta, a los chasquidos de lenguas, a los pssssss, era Berlanga o Bardem el del Pisito? Rafael Azcona, ¿quién coño es ése? No me suena de nada. Ése seguro que no era.
Si mi abuela estuviera aquí, fijo que la sabía.

¡Que no cunda el pánico!